Cómo llegar

A esta zona del parque natural podrás acceder desde la CV-500 tomando alguno de los accesos hacia el arrozal. El mejor es el que parte de El Perelló en dirección a la Muntanyeta dels Sants. Desde Sueca, podrás llegar también tomando esta misma carretera en dirección al Mareny de Barraquetes o bien hacia la misma Muntanyeta. Desde la N-332, puedes tomar un paso elevado antes de iniciarse la circunvalación de la ciudad de Sueca que te llevará a la extensa zona de arrozales. Desde El Palmar, hacia el sur, se extiende también todo el marjal de Sueca.

Horario de visitas y fechas recomendadas

Acceso libre, excepto los meses en los que permanecen activos los vedats de caza, momento en que parte de los caminos agrícolas están cerrados. Cualquier época es buena para observa aves. En marzo-abril y octubre, el arrozal está seco y sin apenas aves.

Recomendaciones

Una buena opción es iniciar la visita en El Perelló. Al poco de pasar la gasolinera, en dirección sur, hay un desvío a la derecha con una señal que indica la Muntanyeta dels Sants. Por este camino, una vez superada una estación depuradora —aquí, en invierno, suele concentrarse un nutrido grupo de fochas—, en un cruce, puedes seguir hacia la derecha. Al poco, llegas al Estany de la Plana, donde podrás observar algunas aves acuáticas (somormujo lavanco, focha común, calamón común, gaviota de Audouin). Desde este punto, la carretera atraviesa y deja atrás la reserva natural del Tancat de l’Illa —humedal artificial como los del Tancat de Mília y el Tancat de la Pipa—. Lo mejor es perderse por la extensa red de carreteras y caminos agrícolas hacia el sur y el oeste. Teniendo siempre como referencia visual la Muntanyeta dels Sants, El Perelló o Sueca, encontrar la salida de este laberinto no resulta complicado.

Entre mayo y septiembre, puedes observar un gran número de aves estivales que nidifican en L’Albufera, especialmente garzas —garcilla cangrejera, garza imperial, garceta común—, limícolas —cigüeñuela, canastera común—, gaviotas —gaviota reidora, gaviota de Audouin— y charranes como la pagaza piconegra. En otoño, cuando empiezan a inundarse nuevamente los campos de arroz, y en invierno, podrás también encontrarte con muchas especies. De hecho, las mayores cifras de limícolas —avefrías, chorlitos dorados, agujas colinegras— se suelen registrar en estos marjales. Lo mejor es ir lentamente, sin prisas, parando todas las veces que sea necesario y perdiéndose entre los campos. Las zonas en las que estén trabajando tractores removiendo el fango en invierno, o las recién «fangueadas», atraen muchas aves, especialmente gaviotas, garcetas, moritos y limícolas.

Un proyecto de:

Fundació Assut