Las «malladas» son saladares y depresiones salinas, antiguos vestigios de aquella laguna salobre originaria. En la actualidad, estos ambientes han quedado reducidos a la reserva natural del Racó de l’Olla y a las depresiones de inundación estacional de la restinga y zonas próximas al litoral. En estos lugares se desarrollan comunidades botánicas claramente diferenciadas y adaptadas a condiciones extremas de salinidad en el suelo: matorrales halófilos y juncales.