El proyecto Ornit, iniciativa local de la Fundació Assut asociada al programa Nocmig de seguimiento de la migración nocturna de aves, sigue proporcionando una información muy interesante sobre aspectos de los patrones migratorios de algunas especies de aves que son registradas durante sus desplazamientos nocturnos, gracias a la grabación de los reclamos que emiten en vuelo. Es el caso de la gallineta común (Gallinula chloropus), una de las aves acuáticas más frecuente en nuestros humedales, cuyos patrones de migración son poco conocidos. A partir de los datos obtenidos en el proyecto Ornit, con el que ya se han registrado cuatro mil ejemplares en vuelo durante casi tres años de seguimiento, se ha dibujado perfectamente un patrón fenológico hasta ahora desconocido. Los hábitos nocturnos y el escaso número de recuperaciones de aves anilladas hacían difícil poder conocer con precisión cuáles son las pautas que siguen estas aves a lo largo de su ciclo biológico anual.
Si bien se han de tomar estos datos con cierta precaución, ya que tampoco se puede descartar que parte de estos movimientos esté asociada con aves locales que buscan nuevos territorios de cría, lugares de alimentación nocturna o que se produzca una mayor «actividad sonora» en primavera, el patrón mostrado es muy similar al obtenido en otras localidades europeas donde también se lleva a cabo este tipo de iniciativas de grabación nocturna de aves. Con todo, la gallineta muestra un desplazamiento en primavera bastante dilatado en el tiempo y que ocuparía desde finales de febrero hasta finales del mes de junio, periodo en el que el número de registros descendería hasta volver a aumentar, aunque de manera mucho más tímida y atenuada, durante septiembre y octubre. Destaca además el gran número de aves registradas en vuelo, especialmente entre abril y mayo, con jornadas en las que se han llegado a contabilizar casi un centenar de individuos en una sola noche. Se confirmaría de esta manera que una parte importante de la población de gallineta no es residente y que L’Albufera podría recibir en invierno y durante los periodos de migración un destacado número de aves procedentes de regiones europeas localizadas más al norte.
La estación Nocmig en L’Albufera es, además, el punto de grabación que mayor número de gallinetas ha registrado en Europa, seguida por la de Benicàssim (Castelló), con más de un millar de ejemplares grabados en casi el mismo periodo. Estas cifras tan altas podrían indicar un importante flujo migratorio de aves a través del litoral del Mediterráneo ibérico. De cualquier forma, esta presencia también estaría condicionada por el papel que ejerce la propia Albufera como territorio de concentración para la llegada y partida de migrantes.
La figura muestra la evolución del número medio de aves registradas por hora de grabación a lo largo del año, en el periodo comprendido entre septiembre de 2020 y junio de 2024. La letra n es el número de aves registradas; la h, el número de horas de grabación (fuente: Ornit / Trektellen).
Información: Bosco Dies.
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Pie de foto: La imagen principal muestra el espectrograma del sonido emitido por una gallineta común durante su paso en vuelo nocturno sobre La Devesa de l'Albufera.
