Un regalo que vino con las calimas extremas de marzo

El pasado 25 de marzo de 2022, en uno de los viales que discurren entre zonas arboladas de L’Aterrissador (Devesa de l’Albufera), fue visto un ejemplar macho de Colirrojo diademado (Phoenicurus moussieri). La observación duró apenas unos segundos, pero gracias a la rapidez con que la observadora, Yanina Maggiotto, disparó su cámara y registró la escena, el hallazgo no dejó lugar a dudas. Se trataba de la primera cita de la especie en L’Albufera y también en la Comunidad Valenciana.
A pesar de los intentos por relocalizar este ejemplar, no hubo indicios de su presencia hasta que, transcurrido apenas un día, Joan Balfagón observó cerca del Estany del Pujol otro colirrojo diademado a poco más de un kilómetro de distancia del anterior. Aunque en un primer momento se pensó que podría tratarse del mismo ejemplar —hubiera sido toda una hazaña haber relocalizado el mismo ejemplar a tanta distancia de la observación anterior—, los rasgos observados, especialmente el estado de la muda y la extensión de la diadema blanca tan característica, permitieron confirmar que se trataba de un ave diferente.
A partir de ese momento, muchos observadores han podido disfrutar de este encuentro tan insólito como esperado. En las cabezas de muchos de estos ornitólogos y aficionados a la observación de aves en L’Albufera, siempre ha estado presente la posibilidad remota de llegar a observar este peculiar paseriforme en un ambiente tan propicio como La Devesa. A veces, los sueños se cumplen y en esta ocasión así ha sido por partida doble: dos ejemplares machos —ambas aves de segundo año calendario— han sido registrados en la Devesa de l’Albufera después de una prolongada sucesión de temporales muy particular que, sin duda, ha tenido mucho que ver en ello.
El colirrojo diademado es una especie monotípica de distribución norteafricana que se extiende desde Marruecos al noreste de Libia, cuya presencia aquí está claramente relacionada con las calimas generadas por el soplo de vientos de procedencia sahariana, cuya acción sobre el Mediterráneo occidental ha sido excepcional desde mediados de marzo. Esta circulación de aire (simún sahariano) se inició con la borrasca Celia (del 14 al 17 de marzo) y continúo con una borrasca subsiguiente, posicionada en el suroeste peninsular en fechas anteriores a las citas del colirrojo, que motivó una nueva irrupción de polvo sahariano desde el interior de África a través de Argelia y un fuerte temporal de levante, acusado especialmente en la Comunidad Valenciana.
Las citas europeas de esta especie son escasas y se distribuyen principalmente en localidades del Mediterráneo, entre Portugal e Italia, entre febrero y mayo. En España ya se cuenta con una decena de observaciones previas, en Andalucía, Cataluña e Islas Baleares; pero, como hemos dicho, esta doble cita supone el primer registro para L'Albufera y también para la Comunidad Valenciana.
En esta imagen, distribución de espesor óptico de aerosoles el 16 de marzo de 2022 asociados a la borrasca Celia.
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Texto: B. Dies y J. I. Dies / Foto de portada: Miguel Andújar / Fotos: Yanina Maggiotto (primera ave observada), Alejandro Sanz, Miguel Andújar, José Luis Terrasa, Toni Alcocer y Toni Polo.